jueves, 26 de marzo de 2009

Ensayo de costaleros


























1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas cuadrillas.
De esta gente no puede nadie hablar mal. Portan con su cuerpo las imágenes de su devoción, sin pedir nada a cambio, y durante el tiempo que dura su trabajo, no le ven la cara. No sienten la emoción de la chicotá ni el recogimiento de la calle más estrecha.
¡Que no! Que de esta gente nadie diga ná.