Estimados hermanos en Cristo:
La vida del cristiano se realiza día a día y es en
nuestro ejemplo donde nos miran los no creyentes, esperando ver un mínimo
resquicio o debilitamiento para hacer tajo y atacarnos.
A lo largo del año la iglesia programa “tiempos” con los que se pretende ayudar
a mejorar nuestra vida y confianza en
Dios y hacernos fuertes ante las afrentas, a la vez de aumentarnos el
compromiso con nuestros semejantes, amigos, vecinos, etc.
Ahora empezamos uno de esos tiempos litúrgicos que nos
invita a la transformación del cristiano, pero para nosotros tiene un
significado especial por lo que a nuestra hermandad afecta y exige: La Cuaresma.
Al igual que el Adviento,
la cuaresma tiene especial relevancia. Si en este esperábamos el nacimiento de nuestro Salvador, en la cuaresma recordamos su pasión, muerte y resurrección.
Jesús vino al mundo para cambiar la forma de vivir la Fe
que se tenía y dar, con su vida, testimonio del reino de Dios.
Esto lo simboliza con su Pasión. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que su vida
terrenal representa la vida de los antiguos, que vivían (y lo siguen haciendo
algunos) esperando la venida del Salvador,
oyendo a los profetas que les avisaba y comentaba dicha venida como si esa
venida nunca se produjera, o al menos, no en el tiempo que a cada uno le toca
vivir. Su muerte representa esa misma muerte de la forma de vida, y con su
resurrección el paso a la verdadera vida.
Por lo tanto es tiempo de cambio. Y siempre siguiendo sus
enseñanzas.
Es tiempo de paso a
la transformación definitiva de nuestra forma de ser hacia una mejor forma
de vivir el cristianismo. Propongámonos realizar en la presente cuaresma todos
nuestros esfuerzos para alcanzar este propósito. Aprovechemos las herramientas
que nos proporciona la Iglesia para ayudar también a los que nos rodean, y esa
oportunidad comienza el Miércoles de cenizas. Vivamos con intensidad esta
cuaresma. Participemos en las Eucaristías y os aseguro que el Domingo de
resurrección estaremos más cerca de Jesús de lo que lo estamos ahora.
¿Cuál es el significado de “las cenizas” y como se
elabora?
Las cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos
del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la
cabeza o la frente de los fieles, como signo de la caducidad de la condición
humana. Mientras el celebrante lo hace repite las palabras “Recuerda que polvo
eres y en polvo te has de convertir”. Las cenizas representa la destrucción de
los errores del año anterior al ser éstos quemados.
Manuel Jesús Almonte Hijón
No hay comentarios:
Publicar un comentario