domingo, 14 de noviembre de 2010

2 Entradas - Proceso Electoral y el escrito "Seamos Valientes"

I Proceso electoral.
Le comunicamos que se abre el proceso electoral que culminará con las elecciones a cargos directivos de la Hermandad, con la exposición al público de la lista del censo de hermanos con derecho a voto que posee esta hermandad.
Esta lista estará expuesta durante veinte días en el tablón de anuncios de la parroquia de Santa María de la Purificación desde el día 21 de Noviembre hasta el 10 de Diciembre (ambos inclusive). Podéis consultar los datos de los que disponemos por si hubiese algún error o falta y así corregirlos.
Igualmente le informamos que a partir del día 21 de Noviembre hasta el 20 de Diciembre, estará abierto el plazo de presentación de candidaturas a formar Junta de Gobierno de nuestra Hermandad.
Las candidaturas se presentarán en sobre cerrado y se depositarán en el buzón de correos de la parroquia en la Plaza de España nº 1 de Manzanilla.
Las candidaturas presentadas deberán cumplir con las especificaciones que marcan nuestras reglas y que son:
Art. 11.- Miembros elegibles.
1.- Los cargos de responsabilidad de la Hermandad, tales como Hermano Mayor y miembros de la Junta de Gobierno, deberán ser ocupados por aquellos hermanos que se distingan por su vida cristiana personal, familiar y social, así como por su vocación apostólica. Ellos deben dar ejemplo y ser estímulo para los demás hermanos, participando cada Domingo en la celebración de la Eucaristía, recibiendo con frecuencia el sacramento de la Penitencia, siendo esposos y padres ejemplares. (Cfr. Obispos del Sur de España. Carta Pastoral a las Hermandades y Cofradías, 1988, nº 37).
2.- Son miembros elegibles los hermanos que reúnan las condiciones del apartado anterior y además:
a) Tengan tres años de antigüedad.
b) No pertenecer a la Junta de gobierno de otra Hermandad.3.- Tanto para el Hermano Mayor, como para los demás miembros de la Junta de Gobierno, se tendrá en cuenta lo preceptuado en el artículo 32 de las Normas por las que han de regirse las Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Huelva, que no ocupen puestos directivos en algún partido político, o ejerzan cargos públicos a nivel central, autonómico, provincial o local.s a eso electoral que culminará con las elecciones a cargos directivos de la Hermandad, con la exposición al público de la lista del censo de hermanos con derecho a voto que posee esta hermandad.Esta lista estará expuesta durante veinte días en el tablón de anuncios de la parroquia de Santa María de la Purificación desde el día 21 de Noviembre hasta el 10 de Diciembre (ambos inclusive)Le comunicamos a todos los hermanos de nuestra Hermandad que se abre el proceso electoral que culminará con las elecciones a cargos directivos de la Hermandad, con la exposición al público de la lista del censo de hermanos con derecho a voto que posee esta hermandad.Esta lista estará expuesta durante veinte días en el tablón de anuncios de la parroquia de Santa María de la Purificación

Seamos Valientes
De que los tiempos están cambiando no nos cabe la menor duda. Y que ese cambio nos afecta al los cristianos, es más que evidente: cada vez menos proclamamos y/o practicamos nuestra religión. Hoy es más cómodo el profesar culto al cuerpo. Al placer personal. A disfrutar del momento, pues ya veremos los problemas que tendremos mañana para impedirnos vivir cómodamente. Todo esto trasladado a nosotros, se puede resumir en una menor práctica de nuestras “obligaciones” como cristianos. Yo me pregunto ¿por qué tiene que ser una obligación practicar nuestra Fe? ¿Por qué tiene que ser una obligación el vivir para que nuestros semejantes vivan mejor? Pienso que debe servirnos de estímulo trabajar para que yo y mis semejantes podamos vivir un poco mejor de lo que vivimos.
Hay quienes opinan, y luchan para ello, que las manifestaciones públicas de fe son caducas, ineficaces, molestas, etc. Todas ellas son opiniones respetables. Pero superficiales y vanas que manifiestan una débil convicción en los sentimientos basadas en la debilidad del ser humano. Pues sólo vemos por los ojos y creemos en lo que vemos
o tocamos. Dudamos de todo aquello de lo que no somos capaces de encontrar una explicación acorde a nuestra lógica. Quizás por miedo a lo desconocido. O tal vez por el orgullo de no reconocer que podemos estar equivocados. Si caemos en la tentación de entrar en el corro de las discusiones, podríamos alegar que de caducas, ineficaces, molestas, perjudiciales, ilegales y con alevosía son las manifestaciones ociosas que tienen gran parte de la juventud que nos critica, con sus “fiestas botellonas” y demás actividades de vandalismo que genera esas aglomeraciones sin control alguno. Igualmente debe preocuparnos la crítica de quienes tienen esa acción por bandera sin ofrecer, o lo que es lo mismo, sin querer aportar causa justificada. Son personas que no están involucradas con ningún movimiento social por el mero hecho de no comprometerse con nada ni nadie. Sólo les importa el vivir sin pena ni gloria. De los llamados “ateos” cabe distinguir dos grupos: los ateos convencidos y los “antireligiosos”. Por parte de los ateos convencidos, están los que serían capaces de discutir con Dios mismo la posibilidad de que esté equivocado. Y eso es lo grave. Lo preocupante de este grupo es que están firmemente convencidos de poder lograr convencerle. Claro, siempre que se produzca ese encuentro. Lo cual es una incongruencia, pues si están convencidos de la inexistencia de Dios, ¿cómo van a discutir con Él?
Pero los que nos deben preocupar seriamente son los anti-religiosos. Son personas intolerantes que están en contra de cualquier muestra de veneración o adoración a cualquier imagen o idea de fe que ellos desconozcan o comprendan. Sus prácticas son despectivas y agresivas, escudándose únicamente en su parcial punto de vista autoritaria.
Ante este clima de adversión, los cristianos tenemos que seguir viviendo y trabajando como siempre. Siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, valorando positivamente su trabajo, luchando por la dignidad de la vida, difundiendo el evangelio y tolerando a todas las demás formas de pensar, actuando y ofreciendo nuestra ayuda en todas las adversidades. Los cristianos tenemos que ser valientes y salir a la calle con alegría y decisión. No recluirnos en nuestras iglesias para escuchar y hablar de la palabra de Dios. No tenemos que ocultarnos de nada ni de nadie, pues no tenemos que avergonzarnos de nada. Tomemos el ejemplo de los primeros cristianos que abiertamente y con alegría vivían sus creencia, incluso costándoles la vida, siendo minoría.



Manuel Jesús Almonte Hijón