martes, 21 de febrero de 2012

Carta cuaresmal del Hermano Mayor




Estimados hermanos en Cristo:

La vida del cristiano se realiza día a día y es en nuestro ejemplo donde nos miran los no creyentes, esperando ver un mínimo resquicio o debilitamiento para hacer tajo y atacarnos.
A lo largo del año la iglesia programa “tiempos” con los que se pretende ayudar a mejorar  nuestra vida y confianza en Dios y hacernos fuertes ante las afrentas, a la vez de aumentarnos el compromiso con nuestros semejantes, amigos, vecinos, etc.
Ahora empezamos uno de esos tiempos litúrgicos que nos invita a la transformación del cristiano, pero para nosotros tiene un significado especial por lo que a nuestra hermandad afecta y exige: La Cuaresma.
Al igual que el Adviento, la cuaresma tiene especial relevancia. Si en este esperábamos el nacimiento de nuestro Salvador, en la cuaresma recordamos su pasión, muerte y resurrección.
Jesús vino al mundo para cambiar la forma de vivir la Fe que se tenía y dar, con su vida, testimonio del reino de Dios.
Esto lo simboliza con su Pasión. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que su vida terrenal representa la vida de los antiguos, que vivían (y lo siguen haciendo algunos) esperando la venida del Salvador, oyendo a los profetas que les avisaba y comentaba dicha venida como si esa venida nunca se produjera, o al menos, no en el tiempo que a cada uno le toca vivir. Su muerte representa esa misma muerte de la forma de vida, y con su resurrección el paso a la verdadera vida.
Por lo tanto es tiempo de cambio. Y siempre siguiendo sus enseñanzas.
Es tiempo de paso a la transformación definitiva de nuestra forma de ser hacia una mejor forma de vivir el cristianismo. Propongámonos realizar en la presente cuaresma todos nuestros esfuerzos para alcanzar este propósito. Aprovechemos las herramientas que nos proporciona la Iglesia para ayudar también a los que nos rodean, y esa oportunidad comienza el Miércoles de cenizas. Vivamos con intensidad esta cuaresma. Participemos en las Eucaristías y os aseguro que el Domingo de resurrección estaremos más cerca de Jesús de lo que lo estamos ahora.

¿Cuál es el significado de “las cenizas” y como se elabora?
Las cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles, como signo de la caducidad de la condición humana. Mientras el celebrante lo hace repite las palabras “Recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir”. Las cenizas representa la destrucción de los errores del año anterior al ser éstos quemados.


Manuel Jesús Almonte Hijón