viernes, 15 de abril de 2011

Escritos para esta Semana Santa del Director Espiritual y del Hermano Mayor

Nuestro Director Espiritual

            Una llamada a vivir con autenticidad la Cuaresma

La cuaresma es una llamada a la conversión. Cada año, al acercarse la Semana Santa, se nos vuelve a hacer la misma propuesta. ¿Dónde estoy y a dónde voy? Y casi siempre nuestra respuesta es que estamos muy lejos de Dios y que precisamente nuestros caminos no se dirigen hacia Él.
Por eso, la proximidad de la celebración de la Pasión y muerte del Señor, nos hacen pensar en aquellas cosas que queremos dar muerte en nuestra vida, es decir, quitar, apartar, sacar de nosotros para parecernos mejor al proyecto que Dios tiene para los que quieren de verdad seguirle.
Pero la Pasión de Cristo no terminó en muerte, sino en la Vida, en la resurrección, por  eso también, el tiempo Cuaresma, en el que nos encontramos, es una llamada a la vida, a dar vida en nosotros a todas esas cosas que se nos han ido apagando, las hemos ido perdiendo, se han atrofiado o perdido con el paso del tiempo o tal vez, muchas veces, por dejadez nuestra.
Estamos en Cuaresma, ya metidos con los preparativos de la Semana Santa, pero no olvidemos que este tiempo en sí, tiene su propio sentido, su propio valor que no debemos dejar de vivir. Y no por mucho pensar en el final se nos puede olvidar el camino. No olvidemos que la Cuaresma es un tiempo para experimentar la gracia que salva, tiempo para reavivar en nosotros el don gratuito de Dios que se nos ha dado en el bautismo y que nos lleva a la Vida Eterna. Es un tiempo para liberarnos del peso de las cosas materiales que en fondo tanto nos empobrecen y vivir de una manera más radial el amor de Cristo desde el amor al prójimo y superando la tentación del tener que tantas veces nos deja vacíos.
Cuando Cristo decía a sus discípulos que quien quisiera seguirle debía tomar su cruz para ir detrás de Él, seguramente que estaba pensando en todo esto. Los suyos lo entendieron cuando lo vieron cargar con el madero camino del Calvario. Pero nosotros lo comprendemos mejor cuando nos llama a una profunda conversión de nuestra vida, a reconocer nuestra debilidad y acoger, con una sincera revisión de vida, la Gracia de caminar con decisión hacia Cristo y detrás de Cristo que nos llama, a cada uno de nosotros, también en esta Cuaresma.

José Manuel Barral Martín, párroco de Manzanilla





CARTA DEL HERMANO MAYOR


Estimados amigos y hermanos en Cristo:

Es la primera vez que os escribo como Hermano Mayor de esta Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la emoción que siento es tan grande que no sé si os sabré transmitir todo lo que deseo.
En primer lugar quisiera agradeceros todos los esfuerzos que hacéis para seguir apoyándonos en los eventos y pedidas que realizamos. Sin ustedes no podríamos seguir adelante. Muchísimas gracias a todos.
Estamos pasando por unos momentos de gran dureza y dificultades para la sociedad, en los que el paro que sufre nuestro pueblo en particular, se está cebando con las familias y con los más débiles. Aún así, vuestro sentido de solidaridad no ha menguado. Muy al contrario, se está incrementando por la cercanía de los afectados, cosa que admiro de cada uno de vosotros, seguís colaborando con las asociaciones y hermandades locales para que puedan, podamos, prestar ayuda a los necesitados con nuestras obras de caridad y dar muestra y testimonio de Fe por Manzanilla.
Por otro lado, no quisiera pasar la ocasión para saludar muy efusivamente al anterior Hermano Mayor, a Antonio Juan. Sin su tesón y trabajo, hoy no seríamos lo que somos. Que Nuestro Padre Jesús ilumine todos los momentos de tu vida.
Tampoco puedo pasar por alto las fatales pérdidas de nuestros vecinos que murieron a lo largo del pasado año. Entre ellas, la más penosa si cabe por lo traumática, fue la de nuestro joven vecino, amigo, hermano y costalero D. Daniel Blanco Pérez tan sólo nos consuela del dolor el hecho de saber que ya disfruta de la presencia de Dios.
En otro orden de cosas también informaros y haceros partícipe de la alegría que sentimos por realizar este año por primera vez nuestras Estaciones de Penitencia como Hermandad legítima y canónicamente constituida, al haber sido aprobadas nuestras reglas por el Excelentísimo Obispo de Huelva Don José Vilaplana.
La junta de gobierno que me honro en representar os anima a participar en los actos y cultos religiosos que celebraremos en honor a nuestros amantísimos Titulares y para Mayor Gloria de Dios, los días y horas expuestos en páginas interiores del boletín. Así mismo, tal y como mandan nuestras reglas, esta hermandad se siente dichosa de organizar los cultos al Santísimo Sacramento en la festividad del Corpus-Cristi y su posterior procesión por las calles de Manzanilla. Por ello, os pedimos que si alguna de las procesiones que organizamos pasa por la puerta de usted, tenga la bondad de engalanar su fachada con la dignidad que se merece. En las procesiones es Dios el que sale a la calle para pasear por nuestras calles. Oramos a su lado y le hablamos con el corazón. Le acompañamos como lo haríamos con algún visitante y/o amigo que nos visita y quiere conocer nuestro pueblo. No dejemos pasar la oportunidad de estar a su vera, de conversar con Él y de contarles nuestros pesares y problemas. Seguro que nos escucha y consuela. Y como no, mostrarle nuestro agradecimiento por las gracias recibidas en nuestras vidas.
Tan sólo me resta el pediros que sigáis colaborando con nosotros en la medida de lo posible y desearos a todos los que de alguna forma la realizáis, una buena Estación de Penitencia.

Manuel Jesús Almonte Hijón, Hermano Mayor.

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